OTRAS VOCES, OTROS ÁMBITOS

jueves, 23 de diciembre de 2010

NAVIDAD



Para todos los cybernautas que recalan en este blog, feliz Navidad y el regalo de un bellísimo poema de Joseph Brodsky, tomado de Poemas de Navidad,
Traducción de Svetlana Maliavinay y Juan F. Herrera. Visor (colección de poesía), 2006 (*)


 
24 DE DICIEMBRE DE 1989
Imagina, encendiendo una cerilla, aquella noche en la cueva:
utiliza para sentir el frío de las grietas del suelo;
para sentir el hambre, la vajilla apilada,
y el desierto… el desierto está en todas partes.
Imagina, encendiendo la cerilla, aquella medianoche en la cueva:
el fuego, las sombras de los animales o de las cosas,
e imagina, con tu cara confundida en los pliegues de la toalla,
a María, a José, y el hatillo con el niño.
Imagina a tres reyes, la procesión de sus caravanas
hacia el portal; o mejor, tres rayos que alcanzan
la estrella, el crujido de su carga, el sonido de las campanillas
(en el azul espeso, el Niño aún no cuenta
con el eco de una gran campana).
Imagina que el Señor en el Hijo del Hombre por vez primera
se reconoce a Sí mismo, a una distancia remota, en las tinieblas:
un vagabundo en otro vagabundo.

(*)
En 1962 el poeta Joseph Brodsky (San Petersburgo, 1940-1996) inició lo que se convertiría en un ritual: escribir cada año entre diciembre y enero al menos un poema que celebrara la Navidad. Una tradición personal urdida por uno de los mayores poetas judios de la historia de la literatura. Fueron contados los años en los que Brodsky no cumplió con esta ceremonia.

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