OTRAS VOCES, OTROS ÁMBITOS

jueves, 21 de junio de 2012

Wallace Stevens (*)




La casa estaba en silencio y el mundo en calma

La casa estaba en silencio y el mundo en calma.
El lector convirtióse en el libro; y la noche estival

era como el ser consciente del libro.
La casa estaba en silencio y el mundo en calma.

Las palabras fueron dichas como si no hubiera libro,
fuera de que el lector inclinado sobre la página

deseaba inclinarse, deseaba ser
el erudito para el cual su libro es real, para el cual

la noche estival es como una perfección del pensamiento.
La casa estaba en silencio porque debía estarlo.

La quietud era parte del significado, parte de la mente:
el acceso de la perfección a la página.

Y el mundo estaba en calma. La verdad en un mundo en calma,
donde no existe otro significado, él mismo

es calma, él mismo es verano y noche, él mismo
es el lector inclinándose hasta tarde y leyendo allí.

 
El hombre de la guitarra azul, fragmento

I

El hombre inclinado sobre su guitarra,
un sastre de mala muerte. El día era verde.

Le dijeron: «Tienes una guitarra azul;
tú no ejecutas las cosas como son».

El hombre replicó: «Las cosas como son
en la guitarra sufren un cambio".

Y entonces le dijeron: «Pero toca, debes hacerlo,
un aire que nos trascienda y que a la vez sea nosotros,

un aire en la guitarra azul
de las cosas exactamente como son».
 
IV
¿Es esto la vida, pues, las cosas como son?
En la guitarra escoge su camino.

¿Un millón de personas en una
Sola cuerda, y en ella todo su ademán,

Y todo su ademán, incierto y cierto,
Y todo su ademán, violento y delicado?

Los sentidos invocan loca y astutamente,
Como un zumbar de insectos en el aire de otoño,

Y eso es la vida, pues, las cosas como son,
Este zumbar de la guitarra azul.

V
No nos hables de la grandeza de la poesía,
De antorchas alumbrando el subterráneo,

De la estructura de las bóvedas en un punto de luz.
En nuestro sol no hay sombras,

El día es deseo y la noche es sueño.
En ningún lado hay sombras.

En nosotros la tierra es lisa y simple.
No hay sombras. La poesía,

Excediendo la música, tomará su lugar,
Su vacío firmamento y sus himnos,

Con poesía nosotros su lugar tomaremos,
Y aún con el rasgueo de tu guitarra.

XXII

La poesía es el tema del poema.
De esto nace el poema y a esto

Vuelve. Entre ambos,
Nacimiento y retorno,

Hay una ausencia de realidad,
Las cosas como son. O así lo decimos.

¿Pero están separados? Es una ausencia
Para el poema, que recibe

Así su verdadera faz, verde de sol,
Rojo de nube, tierra que siente, cielo que piensa.

De éstos toma. Tal vez da
En reciprocidad universal.

Las traducciones pertenecen a Alberto Girri ( en: W. Stevens"Domingo a la mañana y otros poemas",fascículo 33, Centro Editor de América Latina,1988)

(*)Wallace Stevens (1879, Readiing, Pennsylvania / Hartford, Connecticut, 1955)