OTRAS VOCES, OTROS ÁMBITOS

jueves, 15 de marzo de 2012

Caña de bambú *



Caña de bambú
a la memoria de Mosameet Hena, ejecutada en Naria, Bangladesh, el 2/02/2011

Flexible la caña / cimbra la proximidad / de la tormenta
Beatriz Vallejos

El Ganges satelital abre cauces violetas.
Penetra, el delta, una tierra húmeda
de bosques y pantanos:
boca de río sagrado
territorio modelador de la tragedia.

Sigila
-ojo de tigre-
-ojo de ágata-
la sombra azul del tigre real bengalí.

Un solo acto bastará para mochar y tachar
la sombra también azul de Mosameet:
……….---shaluk, loto, nenúfar.


Escena Primera:

El decorado sobre telas negras sugiere un tribunal clandestino: el shalish.
Carátula del conflicto en la mira: “relación ilícita”.
Dictamen: la fetua o fatua
nada fatua, sí asesina.
Enardecido,
letra a letra la transcribe el muftí,
en rústico caftán sumido
sumiso el hombre a la ciega ira patriarcal
ha citado a la inculpada
la solapada
la incestuosa
la manchada incitada a la cita
bocado en bandeja de oro
ambrosía
para todas las bocas de Mahbub, violador.

Pero esa es harina de otro costal
harina protegida,
dogma de fe.

La sentencia pide en cambio cien azotes para Mosameet,
la puta imputada.

Escena Segunda y desenlace:

La acción transcurre en Naria, caserío al sur de Dacca,
capital de Bangladesh.
La coordenada temporal dice febrero, 2011.

Por doquier desparramados hay tallos de bambusa arundinaria
originaria de la India,
caña fuerte con vocación de altura.

Y porque en lo alto enlaza la vara la voz del viento
talla en su hueco y lija y pule oboes y caramillos el luthier.

Pero el lado oscuro del corazón también existe y talla
y en negra dimensión afina su látigo el verdugo
chasquea
el aire antes que la flexible espalda cimbre
como sepulturera cimbra la caña y escarmienta
a la rea Mosameet

devenida surco va naciendo su espalda las ochenta líneas
ochenta semillas plantadas
para un bosquecito de rojas cañas de bambú.

La niña
……….shaluk, loto, nenúfar
también ella vara elástica,
ha resistido el peso de monzones y ciclones

pero no resistirá
este rojo hondo tatuaje:
roturada
crecerá en su espalda el tiempo
proliferadas cañas de larga sombra.

A su resguardo
oirá una tarde el poeta peregrino
el lamento póstumo de la real niña bengalí;
por cada uno de los ochenta versos oídos
él escribirá una flor

ochenta versos
que el viento ha de gemir
en lo alto de las rojas varas de bambú.


© Marta Ortiz
* Hoy asistiremos a la edición local del II Festival Internacional Grito de Mujer que impulsa desde Rep. Dominicana la escritora Jael Uribe.
Publico hoy, un año después, este poema que escribí especialmente y leí en la I edición del mismo festival, en marzo de 2011, en Rosario, Santa Fe, Argentina.
Un granito de arena que no alcanza a dibujar la intensidad del grito de dolor,
mínimo homenaje a esta niña asesinad por un tribunal clandestino en su aldea natal, Naria, Bangladesh en febrero de 2011.

(poema fnalista del V Concurso Literario Internacional ÁNGEL GANIVET (Helsinki edición 2011) en la categoría Poesía -Caña de bambú-).

En este blog:

* La noticia leída en El País, Madrid, el 5 de febrero de 2011:
http://elpais.com/diario/2011/02/05/sociedad/1296860409_850215.html